Se trata de una técnica de abuso emocional utilizada para seducir. La persona aparenta estar abrumada por la enorme cantidad de interesados en ella. No buscan conexiones reales sino alimentar su ego. Navegación de entradas El psicólogo Farid Dieck explica si podés ser feliz viviendo sin pareja: “Los seres humanos necesitamos una sola cosa” Los estoicos del invierno porteño