Se trata de una variedad de araucaria traída al país en el siglo XIX por la familia Pereyra Iraola, que genera un efecto lumínico a través de la resina de su tronco durante las noches.El ejemplar se levanta en una quinta de Sourigues que perteneció a Libertad Lamarque y estuvo a punto de ser talado por la obra de un playón de camiones.