- La militancia periodística que se extendió hasta el hartazgo durante el kirchnerismo está siendo imitada groseramente por los exégetas de Milei.
- El fenómeno es mundial: hay que ver lo que hace Trump en EE.UU., que aquí intentan copiar, Orbán en Hungría, o Putin en Rusia, para sofocar al periodismo.
- Ya se sabe: sin periodismo independiente no hay democracia.
