La superficialidad y el fanatismo hacen que el populismo de izquierda y el ultra-liberalismo conviertan a esos próceres del pensamiento económico en ideólogos empecinados y arbitrarios que recetan un mismo remedio para cualquier enfermedad.
La superficialidad y el fanatismo hacen que el populismo de izquierda y el ultra-liberalismo conviertan a esos próceres del pensamiento económico en ideólogos empecinados y arbitrarios que recetan un mismo remedio para cualquier enfermedad.