La inteligencia estatal no puede estar en manos inexpertas. Es una herramienta crítica de la soberanía nacional, cuyo mal uso no solo vulnera derechos individuales, sino que además debilita al Estado.
La inteligencia estatal no puede estar en manos inexpertas. Es una herramienta crítica de la soberanía nacional, cuyo mal uso no solo vulnera derechos individuales, sino que además debilita al Estado.