Ya se sabe que nada menos hot que tener al otro ahí disponible bajo un mismo techo durante años y años. Cuando el otro anda medio buscón, arrancás un poco para hacerle el favor, otro poco para no perder la costumbre. Pero el milagro puedo existir. Navegación de entradas Los galanes argentinos de los 90: así están hoy y qué fue de sus vidas Avanzan en la identificación electrónica de caballos