El muchacho, de 21 años, pasó su infancia sin tener amigos por su problema físico. Sus padres no querían la operación porque un adivino les dijo que los 9 dedos eran un buen augurio
El muchacho, de 21 años, pasó su infancia sin tener amigos por su problema físico. Sus padres no querían la operación porque un adivino les dijo que los 9 dedos eran un buen augurio