La llegada de la tecnología nos ha hecho perder totalmente la idea del tamaño, la ubicación y la disposición del territorio donde vivimos, lo que podríamos llamar nuestra “cultura cartográfica”.
La llegada de la tecnología nos ha hecho perder totalmente la idea del tamaño, la ubicación y la disposición del territorio donde vivimos, lo que podríamos llamar nuestra “cultura cartográfica”.