Cuando estalló la AMIA hubo celebraciones rituales -discretas pero evidentes- en Teherán y también en Buenos Aires. No se explica aquel horror sin un puente explícito entre clérigos iraníes y cómplices argentinos.
Cuando estalló la AMIA hubo celebraciones rituales -discretas pero evidentes- en Teherán y también en Buenos Aires. No se explica aquel horror sin un puente explícito entre clérigos iraníes y cómplices argentinos.