Son mosquitas que miden de 2 a 3 milímetros y desde la pandemia es común verlas en baños y cocinas. La poca higiene propicia un ciclo que, una vez que inicia, se hace difícil de frenar. Una receta casera y consejos para evitar su proliferación. Navegación de entradas Liderazgo de impacto: transformar la educación con acción y visión La historia de las jugadoras de River detenidas por racismo en Brasil: quiénes son, qué hicieron y cuándo podrían salir