Tres semanas después de que empezaran las lluvias, barrios enteros, cercanos al río Guaíba, permanecen inaccesibles por el agua que se coló por más de 1.000 km de vía pública de la moderna capital del estado de Rio Grande do Sul, de unos 1,4 millones de habitantes.Vidas por reconstruir y una ciudad para volver resiliente, con costos financieros que se estiman faraónicos.