Nueve de cada diez familias argentinas dice que la educación de sus hijos es buena o muy buena, pero la mayoría cree que la del país está mal. Una rara percepción que pone en riesgo a la formación de sus hijos.
Nueve de cada diez familias argentinas dice que la educación de sus hijos es buena o muy buena, pero la mayoría cree que la del país está mal. Una rara percepción que pone en riesgo a la formación de sus hijos.