Tenía 27 años cuando acusó a los jerarcas nazis en Nüremberg. Sus advertencias siguen vigentes: “Era gente educada, no eran salvajes. Todas las guerras convierten a la gente decente en asesinos”. Navegación de entradas La historia del pueblo argentino que estuvo aislado hasta 2008 y fue elegido entre los mejores del mundo Marchesín, héroe y villano en el Superclásico: de quedar retratado en el golazo de Mastantuono a las tapadas salvadoras y “la piña” debajo del cinturón a Borja