Hay un trauma profundo. La flagelación voluntaria aureolada de obsecuencias que sólo ponderan jefaturas que no deben discutirse y que nos esclavizan a dogmas de un color o de otro.
Hay un trauma profundo. La flagelación voluntaria aureolada de obsecuencias que sólo ponderan jefaturas que no deben discutirse y que nos esclavizan a dogmas de un color o de otro.