La batalla cultural a la que debería dedicarse el Gobierno no pasa por Paka Paka ni por insultar a periodistas y artistas: lo que necesita es generar confianza en la economía para que los dólares salgan del colchón.
La batalla cultural a la que debería dedicarse el Gobierno no pasa por Paka Paka ni por insultar a periodistas y artistas: lo que necesita es generar confianza en la economía para que los dólares salgan del colchón.