Tras más de un año desaparecido, la víctima apareció enterrado en un cementerio local. El acusado, al que apodaban “El Lobo de Tajueco”, quedó retratado cargando un bulto en el baúl de su auto. Navegación de entradas La alianza de Corea del Norte con Rusia le da beneficios y riesgos La bayadera, una excelente puesta para cerrar la temporada del Ballet del Colón