En caso de una conflagración nuclear, nadie podrá exclamar que “vino, vio y venció”, ufanarse, como lo hizo el César, de salir victorioso de una guerra que tiene altas posibilidades de resultar apocalíptica.
En caso de una conflagración nuclear, nadie podrá exclamar que “vino, vio y venció”, ufanarse, como lo hizo el César, de salir victorioso de una guerra que tiene altas posibilidades de resultar apocalíptica.