Nuestra economía es relativamente débil para enfrentar la sucesión de shocks que necesariamente deberá transitar. Omitir esas complejidades conspira contra cualquier pronóstico favorable
Nuestra economía es relativamente débil para enfrentar la sucesión de shocks que necesariamente deberá transitar. Omitir esas complejidades conspira contra cualquier pronóstico favorable