Con precios que pueden llegar a la mitad que en Argentina, los turistas en Florianópolis gastan sin hacer cuentas en supermercados, salidas y compras. Y hasta en la playa se llevan choclo más choripán. Navegación de entradas Cómo vive Jacobo Winograd, un ludópata en recuperación: alquila, le invitan la cena y espera convertir su historia en una serie Cómo es El desertor, el filme israelí que llega fuera de tiempo