Un presidente sin presupuesto ni alianzas estables que sostengan sus proyectadas reformas estructurales tiene, sin embargo, una gran ventaja: la oposición es un rompecabezas desarmado.
Un presidente sin presupuesto ni alianzas estables que sostengan sus proyectadas reformas estructurales tiene, sin embargo, una gran ventaja: la oposición es un rompecabezas desarmado.