El peligro está ahí, oculto tras sonrisas, pizzerías o pantallas. No es un insumo para el sensacionalismo periodístico; es una tragedia que demanda seriedad.
El peligro está ahí, oculto tras sonrisas, pizzerías o pantallas. No es un insumo para el sensacionalismo periodístico; es una tragedia que demanda seriedad.