En un acto que roza el autoritarismo, el Presidente se otorga a sí mismo facultades extraordinarias, evadiendo al Congreso y desafiando la manda del artículo 75 de la Constitución Nacional.
En un acto que roza el autoritarismo, el Presidente se otorga a sí mismo facultades extraordinarias, evadiendo al Congreso y desafiando la manda del artículo 75 de la Constitución Nacional.