Subir a la montaña más alta de América es exponerse al mal de altura, a temperaturas extremas, a un agotamiento físico y mental sin igual. Un equipo de Clarín estuvo ahí para registrar cómo es el trabajo de rescate en altura.
Subir a la montaña más alta de América es exponerse al mal de altura, a temperaturas extremas, a un agotamiento físico y mental sin igual. Un equipo de Clarín estuvo ahí para registrar cómo es el trabajo de rescate en altura.