Preguntas reiteradas. Las mismas ideas podían ser dichas -y respondidas- una y otra vez pero con un tono amoroso y junto a una caricia, como si la solidez del vínculo fuera indeleble.
Preguntas reiteradas. Las mismas ideas podían ser dichas -y respondidas- una y otra vez pero con un tono amoroso y junto a una caricia, como si la solidez del vínculo fuera indeleble.