En mis épocas la vida era más simple. Teníamos la dicha de que muchos de nuestros padres y madres se odiaran firme y enérgicamente toda la vida sin pensar en que podían empezar otra vez.
En mis épocas la vida era más simple. Teníamos la dicha de que muchos de nuestros padres y madres se odiaran firme y enérgicamente toda la vida sin pensar en que podían empezar otra vez.