Vivir en un mundo de versiones ajenas al disparate quizá resulta más acogedor o más divertido o más feliz que acomodarse al dos más dos son cuatro, aquí en la Luna o en Júpiter.
Vivir en un mundo de versiones ajenas al disparate quizá resulta más acogedor o más divertido o más feliz que acomodarse al dos más dos son cuatro, aquí en la Luna o en Júpiter.